Playa de San Juan: guía completa para disfrutar del corazón de Alicante

Hay lugares que son el alma de una ciudad, y la Playa de San Juan es, sin duda, donde late el verano de Alicante. Cuando pones un pie en su larguísimo manto de arena dorada, te invade una sensación de espacio y libertad que muy pocas playas urbanas consiguen transmitir. Es ese horizonte infinito, donde el azul del cielo se funde con el Mediterráneo, lo que te atrapa y te invita a quedarte.

Pero la Playa de San Juan es mucho más que un sitio para poner la toalla. Para mí, es un ecosistema vibrante donde cada uno encuentra su rincón perfecto. Aquí, las mañanas huelen a salitre y a crema solar, los mediodías saben a arroz junto al mar, y las tardes se alargan en un «tardeo» animado que se empalma casi con la noche. Por eso he preparado esta guía, para que no te pierdas nada y exprimas cada segundo en la joya de la corona alicantina.

Playa de San Juan

Un mar de posibilidades en la playa más famosa de Alicante

¿Por qué la playa de San Juan es tan especial?

Lo primero que te deja sin palabras es su tamaño. Son casi 3 kilómetros de arena fina y dorada que se estiran hasta juntarse, como si nada, con la playa de Muchavista en El Campello. Aquí nunca vas a sentir el agobio de no tener sitio. Siempre hay espacio para tu toalla, para jugar a las palas o, simplemente, para dar uno de esos paseos por la orilla que te reinician por dentro.

Además, su calidad salta a la vista. No es casualidad que ondee la Bandera Azul, un sello que te garantiza que sus aguas están limpias y sus servicios son de primera. Es una playa para todos: familias que buscan seguridad, grupos de amigos con ganas de marcha y cualquiera que necesite una buena dosis de Mediterráneo con todas las comodidades.

Playa del postiguet Alicante

El paseo marítimo: el corazón que late todo el año

El alma de la playa es su larguísimo paseo, que corre paralelo a la Avenida de Niza. Este es el verdadero centro de todo, un hervidero de gente desde que sale el sol hasta bien entrada la noche. Aquí vas a encontrar de todo: cafeterías para desayunar con el mar de frente, heladerías artesanas, restaurantes para todos los gustos y pubs donde la música no para.

Y si eres de los que no pueden estar quietos, es tu sitio. Tiene un carril bici perfecto para recorrer la playa de punta a punta, ya sea pedaleando, patinando o simplemente corriendo con la brisa marina en la cara. De verdad, es un espacio que nunca duerme.

¿Qué hacer en la playa de San Juan? Guía de actividades

Para los amantes del mar y el deporte

Si lo tuyo es la acción, has llegado al paraíso. Las aguas de San Juan son ideales para lanzarse a probar deportes acuáticos. Hay un montón de escuelas y puntos de alquiler para practicar surf, paddle surf, kayak o windsurf. ¿A quién no le apetece una aventura así?

Pero la diversión no se queda en el agua. En la arena tienes zonas de vóley playa, porterías de fútbol y hasta canastas de baloncesto. Siempre hay algún partido improvisado al que te puedes apuntar. Y, claro, no faltan los chiringuitos para alquilar material o, simplemente, para tomarte algo bien frío después del esfuerzo.

Un plan tranquilo: sol, relax y un buen libro

¿Que prefieres un día de desconexión total? Pues también es tu sitio. Un truco que usamos los de aquí es caminar hacia el final de la playa, en la zona que linda con El Campello. Allí siempre hay menos gente y un ambiente mucho más tranquilo, perfecto para plantar la sombrilla y disfrutar del sonido de las olas.

Además, toda la playa tiene servicio de alquiler de hamacas y sombrillas para que tu única preocupación sea ponerte cómodo. Te doy un consejo de amigo: si puedes, ven en septiembre. Seguirás teniendo un tiempo increíble, pero con mucha menos gente y un mar que parece un plato.

La playa en familia: diversión para los más pequeños

La Playa de San Juan es un planazo para ir con niños. Se lo van a pasar en grande en las zonas de juegos infantiles que hay en la misma arena, con sus toboganes y columpios.

Además, la orilla es muy segura, con aguas tranquilas y poco profundas, ideal para que los más pequeños chapoteen sin peligro. En verano, la cosa se pone aún mejor con las plataformas flotantes que instalan en el mar. Son un auténtico imán para niños y para los que ya no lo somos tanto.

Sabores del Mediterráneo: dónde comer en la playa de San Juan

Comer con los pies en la arena

Un día aquí no está completo si no pruebas su comida. Y qué mejor que hacerlo en uno de sus restaurantes clásicos, de los que están sobre la misma arena. Nombres como Casa Julio o Casa Domingo son toda una institución, sitios donde probar un auténtico arroz alicantino o un pescado fresco con el mar como único testigo.

Para mí, la experiencia de comer aquí es insuperable: el sabor del mar en el plato y el sonido de las olas de fondo. Es un pequeño lujo que te hace sentir que, de verdad, estás de vacaciones.

El "tardeo" y la vida nocturna

Cuando el sol empieza a bajar, San Juan se transforma. Es la hora del famoso «tardeo» alicantino, esa costumbre tan nuestra de alargar la sobremesa con copas y música. La Avenida Costa Blanca es el epicentro de todo, con decenas de locales que se llenan de gente con ganas de pasarlo bien.

Pero la fiesta no acaba ahí. Al caer la noche, la zona cobra vida con pubs y locales con música en directo que te invitan a bailar hasta que el cuerpo aguante. El ambiente es siempre animado y diverso, perfecto para ponerle el broche de oro a un día de playa de diez.

Más allá de la toalla: explora los alrededores

Un paseo por las calas del Cabo de la Huerta

Si te apetece cambiar la arena por las rocas, solo tienes que caminar hacia el extremo sur de la playa para meterte en el Cabo de la Huerta. El paisaje aquí es completamente diferente, con una ruta preciosa entre acantilados y pequeñas calas de aguas cristalinas. Son rincones mucho más íntimos y perfectos para hacer snorkel.

Un viaje al pasado: las ruinas romanas de Lucentum

A tiro de piedra de la playa se esconde un tesoro histórico: el yacimiento arqueológico de Lucentum. Son los restos de la antigua ciudad romana de Alicante, un lugar que te transporta 2.000 años atrás. Es un plan cultural perfecto para combinar con un día de sol.

Naturaleza urbana: el parque La Marjal

¿Un parque inundable al lado de la playa? Pues sí, y es una pasada. El Parque La Marjal es un espacio verde diseñado para recoger el agua de lluvia, creando un ecosistema con un lago central lleno de vida. Es un sitio genial para dar un paseo tranquilo, ver aves y desconectar del jaleo.

Guía práctica para tu visita a la playa de San Juan

¿Cómo llegar?

Llegar es muy fácil. Si pasas del coche, el TRAM es la mejor opción. Las líneas 3, 4 y 5 tienen varias paradas a lo largo de la playa. También puedes venir en autobús con las líneas 21 y 22. Si vienes en coche, hay aparcamiento, pero ojo, en verano mejor madrugar.

Servicios que encontrarás

La playa está equipada con todo lo que necesitas: puestos de socorrismo, lavapiés, baños públicos y, muy importante, puntos accesibles para personas con movilidad reducida que garantizan que todo el mundo pueda disfrutar de un buen baño.

Preguntas frecuentes sobre la playa de San Juan

¿Es una playa recomendable para ir con niños?

Totalmente. Sus aguas tranquilas, la arena fina y las zonas de juego la hacen perfecta para un día en familia.

Solo en temporada baja, que va del 1 de noviembre al 1 de marzo. El resto del año no está permitido el acceso a la arena con ellos.

En verano, aparcar gratis en primera línea es misión imposible. Un buen truco es buscar sitio en las calles de los barrios residenciales que están un poco más para adentro.

Sí, a lo largo de todo el paseo encontrarás varios puntos con lavapiés para quitarte la arena y también baños públicos.

No esperes más para descubrir por qué la Playa de San Juan es el alma de Alicante. Su arena dorada, sus aguas limpias y su ambiente vibrante te están esperando. Si vas, ya verás por qué todo el mundo repite…