Si buscas una playa en la Costa Blanca que lo tenga todo, pero de verdad, quédate, que esto te interesa. Hay calas salvajes que son una pasada y arenales enormes, pero pocas playas están tan bien montadas como la playa Punta Prima en Orihuela Costa. Para mí, es de esos sitios donde te das cuenta de que se ha pensado en todo para que tú solo te preocupes de una cosa: relajarte.
Aquí te voy a contar sin filtros cómo es esta playa, por qué su famoso ascensor es una maravilla y qué planes molan por la zona. Porque Punta Prima no es solo un sitio para plantar la sombrilla, es el punto de encuentro perfecto entre Orihuela y Torrevieja.
Lo que más me gusta de Punta Prima es su equilibrio. No es la típica calita en la que apenas cabes, pero tampoco es una de esas playas gigantes e impersonales. Tiene el tamaño justo, unos 230 metros, para que haya un ambiente animado, pero sin agobios.
Pisa la arena y lo notarás: es fina, dorada y muy agradable. El mar aquí suele estar tranquilo, casi como una piscina, lo que la convierte en un lugar ideal si vas con niños o si, como yo, te gusta más flotar que luchar contra las olas.
Pero lo mejor no se ve, se siente en la confianza. La playa ondea con orgullo la Bandera Azul, y eso no es casualidad. Significa que el agua está impecable, que todo está limpio y que la seguridad es una prioridad. En verano es un hervidero de vida, pero si te escapas en junio o septiembre, la encontrarás en su mejor versión: más tranquila y con el agua a una temperatura perfecta.
Aquí viene un dato curioso: la playa Punta Prima es como una frontera natural. Técnicamente pertenece a Orihuela Costa, pero está literalmente pegada a Torrevieja. ¿Y esto qué significa? Pues que tienes lo mejor de los dos sitios a tiro de piedra.
Puedes darte un baño en una playa de Orihuela y, cinco minutos después, estar de tapeo por Torrevieja. Esa versatilidad es uno de sus grandes atractivos.
Si hay algo que diferencia a Punta Prima es lo increíblemente bien equipada que está. Aquí no vas a echar nada en falta.
Sí, has leído bien. La playa tiene un ascensor panorámico que te baja desde el paseo marítimo hasta la misma arena. Es una auténtica pasada y una solución increíble para familias con carritos, personas en silla de ruedas o para cualquiera que ese día no tenga ganas de bajar escaleras.
Ojo, que esto no lo ves en casi ningún sitio. Es un detalle que la convierte en una de las playas más cómodas y accesibles que conozco.
Además del ascensor, la lista de comodidades es larga. Es de esos sitios donde sabes que todo va a ir bien:
Puesto de socorrismo: Para que te bañes con total tranquilidad.
Baños y lavapiés: Fundamentales para volver a casa sin parecer una croqueta.
Alquiler de hamacas y sombrillas: Si te da pereza cargar con todo, es la solución perfecta.
Chiringuitos a pie de playa: ¿A quién no le apetece un refresco o un helado con los pies casi en el agua?
Aparcamiento cercano: En las calles de alrededor se puede aparcar. Un consejo de amigo: en verano, ven antes de las diez, o te tocará dar alguna vuelta.
Un día aquí da para mucho. Te cuento mis planes favoritos.
Lo primero es lo primero: un buen baño. Y si te gusta el snorkel, llévate las gafas, porque en los laterales rocosos siempre hay pececillos curiosos que ver.
Cuando el sol empieza a bajar, el paseo marítimo es el lugar perfecto para caminar. La brisa, el sonido de las olas… es una gozada. Si sigues andando hacia el sur, te toparás con Cala Piteras, un rincón más pequeño y rocoso que tiene un encanto especial.
Para mí, un día de playa no está completo sin una buena comida. En Punta Prima tienes varios restaurantes y chiringuitos en el mismo paseo donde puedes disfrutar de un arroz espectacular o un pescado fresco de la zona. Comer con esas vistas al Mediterráneo es una experiencia que te resetea por completo.
¿Te apetece cambiar de aires? A solo unos minutos en coche tienes el Centro Comercial La Zenia Boulevard, que es enorme y al aire libre. Es el plan perfecto para combinar una mañana de playa con una tarde de compras.
Si te va el jaleo y el ambiente veraniego, julio y agosto es tu momento. Si prefieres algo más de calma, junio y septiembre son meses mágicos: hace un tiempo increíble y la playa es mucho más tuya.
Llegar es fácil por la N-332. Lo dicho sobre el aparcamiento: en verano, madruga. Es el mejor consejo que te puedo dar. Si no, siempre puedes mirar las líneas de autobús que pasan por la zona.
Sí, y se la ha ganado a pulso. Significa que la calidad del agua, la limpieza y los servicios son de primera.
De las mejores. Es segura, cómoda y con aguas muy tranquilas. Un acierto seguro para ir en familia.
Totalmente. El ascensor, las pasarelas y las zonas de sombra adaptadas la convierten en un ejemplo de playa inclusiva.
En temporada alta de baño, generalmente no está permitido. Fuera de temporada, la cosa cambia, pero siempre es mejor asegurarse con la normativa oficial del Ayuntamiento de Orihuela para no llevarte sorpresas.
Si vas, ya verás por qué todo el mundo que la prueba, repite. ¡A disfrutarla!
