Playa mascarat en altea: guía para descubrir sus dos caras y aguas cristalinas

Si andas buscando una playa en Altea que se salga un poco de lo típico, ese rincón donde el azul intenso del mar choca con la roca de la montaña y el ambiente es más de «modo avión» que de bullicio, entonces quédate, porque esto te interesa. La playa Mascarat no es una cala cualquiera; es un lugar que tiene esa combinación casi mágica de aguas turquesas, un entorno natural que te deja sin palabras y una calma que ya quisieran muchas en plena Costa Blanca.

Pero lo que la hace realmente especial es que, en realidad, son dos playas en una. Como si tuviera doble personalidad, el puerto deportivo que la parte por la mitad separa un ambiente familiar y relajado de otro más salvaje y naturista. ¿A que suena bien? Pues vamos a contarte los secretos de cada lado para que elijas tu propia aventura.

Playa mascarat en altea

Mascarat, una playa con dos ambientes: ¿cuál es la tuya?

Lo primero que tienes que saber es que el Puerto Deportivo Marina Greenwich (Campomanes) actúa como una frontera natural. A cada lado, una experiencia diferente, aunque ambas comparten esas aguas limpias y el suelo de cantos rodados tan característico de Altea.

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La cala del mascarat (zona norte): familiar, cómoda y con ambiente camper

A la derecha del puerto, justo donde te deja el aparcamiento, se extiende la cala del Mascarat. Esta es la versión más cómoda y familiar del paraíso. El ambiente es súper tranquilo, ideal si vas con niños, porque sus aguas suelen estar como un plato. Eso sí, consejo de amigo: no te olvides de los escarpines.

Gracias a que puedes dejar el coche casi a pie de playa, se ha convertido en un punto de encuentro para la gente que viaja en furgoneta. Es muy normal ver varias campers que le dan un rollo muy guay. Para rematar, tienes un chiringuito perfecto para tomar algo fresquito o comer sin complicaciones, con los pies casi tocando el agua.

La playa del mascarat (zona sur): tradición nudista y espíritu aventurero

Ahora cruza el puerto y dirígete a la izquierda. Prepárate, porque aquí el paisaje cambia. Pegada a los impresionantes acantilados de la Sierra de Toix, esta parte es conocida por su tradición nudista. El ambiente es de libertad y respeto total, un lugar donde textiles y nudistas conviven sin ningún problema.

Personalmente, esta zona tiene un magnetismo especial. La sensación de estar abrazado por esas paredes de roca gigantes te conecta de una forma muy directa con la naturaleza. Es el sitio perfecto si lo que buscas es desconectar de verdad, sentir el sol y el mar sin filtros y disfrutar de una paz que engancha.

El paraíso para los deportes acuáticos: snorkel, kayak y paddle surf

Pero Mascarat es mucho más que una toalla en la orilla. Sus aguas calmadas y su geografía la convierten en una base de operaciones perfecta para los que necesitan un poco de acción. Si eres de los nuestros, aquí no te vas a aburrir.

Snorkel en mascarat: descubre un fondo marino lleno de vida

¿Te gusta el snorkel? Pues aquí vas a alucinar. El verdadero tesoro de Mascarat está bajo la superficie, sobre todo en el saliente rocoso que cierra la cala por el norte. En cuanto metes la cabeza, te das cuenta de la increíble salud de sus aguas al ver las praderas de posidonia.

Con unas simples gafas de buceo te sentirás en un acuario. Verás bancos de salpas plateadas, los curiosos fredis (pez verde), elegantes sargos y, si buscas bien entre las rocas, es muy posible que te salude alguna estrella de mar.

Rutas en kayak y paddle surf desde la playa

La ubicación de la playa es un lujo para empezar una pequeña travesía. En el puerto puedes alquilar material y desde ahí, ¡tú eliges!

  • Rumbo sur: Una paleada tranquila te llevará a bordear la costa hasta la famosa isla de la Olla de Altea.

  • Rumbo norte: Para mí, la ruta más espectacular. Remarás bajo los gigantescos acantilados del Morro de Toix, descubriendo cuevas y calitas secretas como la cala Barra Grande, a la que solo se puede llegar por mar.

Guía práctica para tu visita a la playa Mascarat

Vamos a lo importante. Aquí tienes los datos prácticos para que solo te preocupes de disfrutar.

¿Cómo llegar y dónde aparcar sin complicaciones?

Llegar es pan comido. Está pegada a la N-332, entre Altea y Calpe. Y ahora, la pregunta del millón: ¿el aparcamiento? Pues aquí está una de sus grandes ventajas. Tiene un parking bastante grande en un barranco natural que te deja a dos pasos de la playa. Se acabaron las caminatas cargado como una mula. Aparcar aquí, por lo general, no es un problema.

Consejos clave para un día perfecto

  • ¡Los escarpines son tus mejores amigos! No me cansaré de decirlo. El suelo es de piedras. Un calzado de agua te cambiará el día por completo.

  • Hay chiringuitos, así que relájate. No hace falta que cargues con la nevera a tope. Tanto en la zona norte como en la del puerto tienes sitios para comer o tomarte una cerveza bien fría.

  • Disfruta de la calma. Aunque en agosto se anima, no es una playa que se sature. Es un lugar para bajar revoluciones, leer un buen libro y dejar que el sonido de las olas haga el resto.

Preguntas frecuentes sobre la playa del Mascarat

¿Es una playa nudista?

La zona sur, a la izquierda del puerto, sí tiene una gran tradición nudista. La zona norte, en cambio, es principalmente textil y familiar. ¡Hay sitio para todos!

La zona norte, sin duda. Sus aguas son muy tranquilas y el acceso desde el coche es súper cómodo. Pero insisto, ¡no te olvides de sus escarpines!

Tienes lo básico y necesario: aparcamiento, socorrista en verano, chiringuitos, restaurantes y alquiler de hamacas. No necesitas más.

Está a unos 10-15 minutos en coche del casco antiguo de Altea (aproximadamente 7-8 km). Se ubica justo en la salida del pueblo en dirección a Calpe, lo que la hace muy accesible pero, a la vez, lo suficientemente apartada para que sientas que te has escapado del centro.

Si al final te animas a ir, entenderás por qué Mascarat es uno de nuestros refugios secretos. Es de esos lugares que te recuerdan por qué la Costa Blanca es tan especial. Si vas, ya verás por qué engancha tanto.