Si estás buscando esa playa que lo tiene todo, esa que te imaginas cuando piensas en unas vacaciones perfectas en la Costa Blanca, deja de buscar. Los Arenales del Sol no es solo un nombre en el mapa; es una promesa de arena dorada que se pierde en el horizonte y un mar Mediterráneo tan tranquilo que parece una piscina natural.
Pero lo que hace que este lugar sea realmente especial no es solo lo que se ve a simple vista. En nuestra experiencia, lo que te enamora de Los Arenales es la sensación de estar en una playa viva, rodeada de un paisaje natural que muy pocas conservan. Aquí no solo vienes a plantar la sombrilla, vienes a caminar por pasarelas de madera sobre dunas protegidas y a sentir que, aunque estés al lado de la ciudad, has encontrado un refugio.
Prepárate, porque te vamos a contar todo lo que necesitas saber para que tu día aquí sea inolvidable.
Mucha gente habla de Los Arenales, pero pocos se detienen a pensar en la combinación de factores que la hacen tan popular. No es casualidad que ondee la bandera azul año tras año; es el resultado de un cuidado excepcional y unas condiciones naturales envidiables.
Lo primero que te llamará la atención al llegar es su inmensidad. Con casi tres kilómetros de longitud, esta playa te da el espacio que necesitas para relajarte sin sentir el agobio de las multitudes, incluso en pleno agosto. La arena es fina, de un color dorado precioso, perfecta para dar largos paseos por la orilla o para que los niños construyan castillos.
El agua es otro de sus puntos fuertes. Suele estar increíblemente clara y su oleaje es, por lo general, muy suave. Es una de esas playas ideales para ir con niños, ya que pueden jugar en la orilla sin peligro. Para mí, la mejor sensación es caminar dentro del agua varios metros y que todavía no te cubra.
Aquí viene la joya de la corona, lo que de verdad diferencia a Los Arenales del Sol de otras playas cercanas. La playa está rodeada por un sistema de dunas fósiles y dunas móviles de un altísimo valor ecológico. No es solo un paisaje bonito, es un ecosistema protegido que actúa como barrera natural y alberga flora autóctona.
Para preservar esta maravilla, el acceso a la playa se hace a través de largas pasarelas de madera que serpentean sobre las dunas. Este camino no solo es práctico, sino que es una experiencia en sí misma. Caminar por ellas al atardecer, con la luz dorada cayendo sobre la arena y el mar de fondo, es uno de esos recuerdos que te llevas para siempre.
Aunque su entorno es salvaje, la playa está perfectamente equipada. Encontrarás todo lo necesario para pasar el día con total comodidad:
Servicio de socorrismo en temporada alta.
Alquiler de hamacas y sombrillas.
Aseos y lavapiés distribuidos a lo largo de la playa.
Zonas con accesibilidad para personas con movilidad reducida, un detalle que marca la diferencia.
Si eres de los que no aguantan mucho tiempo quietos, en Los Arenales del Sol tienes un montón de opciones para mantenerte activo.
Gracias a su amplitud y a las condiciones del viento, esta playa es un lugar muy popular para los amantes del windsurf y el kitesurf. Es habitual ver el cielo lleno de cometas de colores, sobre todo en las zonas más alejadas del bullicio.
Si buscas algo más tranquilo, el paddle surf es una opción fantástica para disfrutar del mar en calma. Hay varias escuelas y puntos de alquiler de material a lo largo del paseo, así que no tienes excusa para no probar. Para nosotros, remar al amanecer aquí es una de las mejores formas de empezar el día.
El paseo marítimo de Los Arenales del Sol es el corazón de la zona. Es un lugar lleno de vida, con un ambiente muy familiar. Después de un día de sol, es el sitio perfecto para dar un paseo, tomar un helado o sentarse en una de sus terrazas a ver la gente pasar. En verano, suelen montar pequeños mercadillos con artesanía y ropa, que le dan un encanto especial.
Muy cerca de la playa, casi pegado, se encuentra el paraje natural del Clot de Galvany. Es un humedal de gran valor ecológico, con varias lagunas, dunas y una sorprendente diversidad de aves. Puedes combinar perfectamente una mañana de playa con una ruta de senderismo por sus senderos por la tarde. Es un planazo para los que, como nosotros, disfrutan tanto del mar como de la naturaleza.
Para que todo salga rodado, aquí te dejamos algunos consejos basados en nuestra experiencia.
Llegar es fácil, ya que está muy bien comunicada tanto desde Alicante como desde Elche. Ahora bien, el tema del aparcamiento en verano es otra historia. Hay zonas de aparcamiento regulado (zona azul) y algunas calles donde se puede aparcar gratis, pero se llenan muy rápido. Nuestro consejo es que madrugues o, si no te importa caminar un poco, que busques sitio en las calles más alejadas de la primera línea.
La oferta gastronómica es muy variada. A lo largo del paseo marítimo encontrarás muchísimos restaurantes, chiringuitos y bares. La especialidad, como no podía ser de otra manera, son los arroces y el pescado fresco. Comer una paella con vistas al mar aquí es un clásico que no te puedes perder.
Aunque el verano es la temporada alta, para mí, los mejores meses para disfrutar de Los Arenales son junio y septiembre. El tiempo sigue siendo espectacular, el agua está a una temperatura perfecta y hay mucha menos gente. Podrás disfrutar de la playa con una tranquilidad que en julio o agosto es imposible de encontrar.
Totalmente. Por la tranquilidad de sus aguas, la calidad de la arena y todos los servicios que ofrece, es una de las mejores opciones familiares de la provincia. Los niños se lo pasarán en grande.
Actualmente, durante la temporada de baño (de Semana Santa a octubre), no está permitido el acceso de perros a la zona de arena. Fuera de esa temporada, la normativa es más flexible, pero siempre es recomendable consultarla en el ayuntamiento de Elche.
Sí, es una playa muy popular y en julio y agosto suele estar bastante concurrida. Sin embargo, al ser tan grande, si caminas un poco hacia los extremos, siempre encontrarás zonas mucho más tranquilas para poner la toalla.
Dado que Los Arenales del Sol es una playa de arena fina y extensa, no es el lugar ideal para el snorkel si lo que buscas son fondos rocosos llenos de vida. Sin embargo, sus aguas claras te permitirán ver algunos peces pequeños cerca de la orilla, lo que puede ser divertido para los niños. Si eres un aficionado al snorkel, te recomendamos explorar las calas rocosas cercanas en la zona del Cabo de Santa Pola, donde la experiencia será mucho más gratificante.
Si decides visitar Los Arenales del Sol, ya verás por qué todo el mundo que la prueba, repite. Es mucho más que una simple playa.
