La Albufereta: la playa de Alicante donde te bañas en la historia

Hay lugares en Alicante que tienen un encanto especial, y para mí, la Albufereta es uno de ellos. No es solo una playa; es un rincón que mezcla de una forma única un día de sol perfecto, un viaje a los orígenes de la ciudad y el sabor a mar de las calitas de toda la vida.

¿Te imaginas estar tomando el sol donde hace 2.000 años atracaban los barcos romanos? Pues deja de imaginar, porque eso es justo lo que pasa aquí. En esta pequeña guía te voy a contar, como si fuéramos amigos, todo lo que necesitas para exprimir este trocito de la terreta. Olvídate de guías aburridas, vamos a descubrir la playa, su conexión con la antigua Lucentum y esos rincones secretos que solo conocemos los de aquí. ¡Prepárate, que nos vamos de paseo!

La Albufereta

Un día en la playa de la albufereta: arena dorada y aguas que son una piscina

Si buscas una playa tranquila y familiar, has dado en el clavo. La Albufereta es una ensenada coqueta, como una media luna, que está súper protegida del oleaje. Para ir con niños es, sencillamente, perfecta. El agua parece una piscina, sin sustos ni olas traicioneras.

Lo que más me gusta de esta playa es:

  • Su arena dorada y fina, de esa que da gusto pisar. Ideal para clavar la sombrilla y no moverte en todo el día, o para dar un paseo por la orilla al atardecer, que es una pasada.

  • Sus aguas tranquilas y poco profundas. Los críos pueden chapotear en la orilla sin ningún peligro, y eso, para los padres, es oro.

  • Las vistas son espectaculares. Desde la toalla, tienes una panorámica preciosa de la bahía de Alicante, con el imponente Castillo de Santa Bárbara vigilando al fondo.

Además, como es una playa urbana, tienes de todo a mano. Hay servicio de hamacas, sombrillas, lavapiés y, en verano, no falta el chiringuito para tomarse una cerveza bien fría. ¡Ah! Y un detalle importante: está adaptada para personas con movilidad reducida.

Playa del postiguet Alicante

Un chapuzón en un antiguo puerto romano

Aquí viene lo que hace a esta playa diferente a todas las demás. Aunque hoy veas un paisaje de costa, hace siglos esto no era así. La playa actual ocupa lo que en la antigüedad fue una pequeña ría que servía de puerto interior para la importantísima ciudad romana de Lucentum. El libro «Los orígenes de la ciudad de Alicante» explica que una fractura del terreno creó una pequeña ría que los romanos aprovecharon para construir su puerto. Con el paso de los siglos y el abandono, la ría se fue llenando de arena y sedimentos hasta convertirse primero en una «albufera» pequeña y, finalmente, en la playa que pisas hoy. Así que sí, cuando te bañas aquí, te estás bañando literalmente en la historia.

Un viaje al pasado: la visita obligada al tossal de manises

Justo en la colina que parece abrazar la playa por el norte, tienes una de las joyas arqueológicas más importantes de España: el Tossal de Manises. Aquí están las ruinas de la ciudad íbero-romana de Lucentum, el germen de lo que hoy es Alicante.

Subir al Tossal es como usar una máquina del tiempo. Es un planazo para combinar con la playa. ¿Qué te vas a encontrar?

  • Los restos de sus casas, calles empedradas, el foro (que era como la plaza del pueblo) y las murallas que la protegían.

  • Mosaicos alucinantes, termas donde se relajaban y un montón de objetos que te cuentan cómo vivían.

Y la conexión definitiva con la playa la tienes justo en la arena. En la punta norte, fíjate bien en unas estructuras talladas en la roca. Son los restos de unas antiguas piscifactorías romanas. Sí, como lo oyes. Los romanos criaban peces ahí mismo. Para mí, es uno de esos detalles que te vuelan la cabeza.

Más allá de la arena: explora las calas y los miradores cercanos

La Albufereta es genial, pero si eres un poco curioso como yo, no te quedes solo en la playa principal. La zona del Cabo de las Huertas, que empieza justo aquí, esconde tesoros.

Las vistas desde la serra grossa

¿Te apetece estirar las piernas y llevarte un recuerdo para toda la vida? La Serra Grossa, esa montaña rojiza que tienes al sur de la playa, te está esperando. Hay varios senderos fáciles que te llevan a la cima. Y desde arriba… ¡qué te voy a contar! Tendrás Alicante a tus pies: la bahía de la Albufereta, el Tossal, el Cabo… Ir al atardecer es una de las mejores experiencias que puedes vivir en la ciudad.

Consejos prácticos para tu visita

Cómo llegar, que no tiene pérdida

  • TRAM: Es mi opción favorita. Las líneas 1, 3, 4 y 5 te dejan al lado (parada La Isleta o Albufereta).

  • Autobús: Las líneas 09, 21 y 22 también son una buena opción.

  • Coche: Puedes llegar, pero en verano aparcar puede ser una odisea. Mi consejo es que uses el transporte público y te olvides de complicaciones.

La mejor época para ir

  • En verano, para disfrutar del sol y el agua a tope.

  • En primavera y otoño, el plan es perfecto: paseo por la playa, visita a Lucentum y una ruta por la Serra Grossa sin el calor agobiante.

Preguntas que seguro te estás haciendo

¿La playa de la Albufereta mola para ir con niños?

¡Totalmente! Es de las mejores de Alicante para ellos. El agua es súper tranquila y cubre muy poco, así que pueden jugar en la orilla sin peligro.

¡Claro que sí! Está pegado. Es el plan perfecto. Lo único, mira los horarios en su web oficial antes de ir, que a veces cambian, sobre todo fuera de verano.

Sí, tienes un montón de opciones. Por todo el paseo y la avenida de al lado hay de todo: bares de tapas, restaurantes para comer un buen arroz, cafeterías… Hambre no vas a pasar.

La gran diferencia es el ambiente y el tamaño. La Albufereta es la más recogida y familiar, con aguas muy tranquilas, casi como una piscina. El Postiguet es la playa del centro, siempre con mucho ambiente y a un paso de todo, mientras que la Playa de San Juan es la inmensa y abierta, ideal para largos paseos y con una gran oferta de ocio.

Como ves, la Albufereta no es solo una playa más. Es un lugar con alma, donde te relajas, aprendes y te conectas con la esencia de Alicante. Si vas, ya verás por qué todo el mundo que la descubre, repite.