¿Sueñas con un verano mediterráneo, con el sol sobre la piel y el sonido de las olas de fondo? Pues deja de soñar, porque Alicante no es solo una ciudad con un ambientazo increíble, es el punto de partida hacia algunas de las playas más espectaculares de España.
En esta guía, hecha por gente de aquí, te vamos a llevar de la mano como si fueras un amigo. Olvídate de las listas típicas que parecen escritas por un robot. Te vamos a contar los secretos de cada playa, desde las urbanas donde puedes llegar casi en chanclas desde el hotel, hasta esos arenales salvajes que te dejarán sin aliento.
Aquí vas a descubrir qué playas son perfectas para achicharrar a los niños de tanto jugar, dónde darte un baño inolvidable y qué arenales te van a dejar con la boca abierta. ¿Listo para encontrar tu playa favorita en la Costa Blanca? ¡Vamos al lío!
Una de las mejores cosas de Alicante es que no necesitas planificar una expedición para darte un buen chapuzón. La propia ciudad te lo pone en bandeja con playas para todos los gustos, a las que puedes llegar andando, en TRAM o en un bus que te deja casi en la orilla.
Imagínate la escena: estás a los pies del imponente Castillo de Santa Bárbara, con el paseo de la Explanada a tu espalda. Ahí mismo, sin más, tienes la Playa del Postiguet. Para mí, es el alma playera de Alicante. Su ubicación es tan cómoda que, si te alojas en el centro, es un auténtico lujo bajar dando un paseo y plantar la sombrilla en cinco minutos.
El ambiente es súper familiar y animado, con arena fina y dorada y unas aguas que suelen estar como un plato. Tienes de todo: chiringuitos para el aperitivo, redes de vóley, juegos para los críos y buen acceso para carritos o sillas de ruedas. Mi consejo: quédate hasta el atardecer. No hay nada como un último baño mientras el sol pinta de naranja la fortaleza. Pura magia.
Cuando hablamos de la Playa de San Juan, hablamos de otra liga. Es, sin duda, una de las playas más famosas y queridas de España. Y no me extraña. Con sus casi 7 kilómetros de arena fina, es un arenal tan gigantesco que siempre encuentras sitio, incluso en pleno agosto. Es el lugar perfecto para ir con la tropa de amigos, para que los niños corran sin peligro o para darte uno de esos paseos por la orilla que te reinician la vida.
El agua es limpísima y poco profunda, ideal para ir con peques. Además, el paseo marítimo es un hervidero de vida con restaurantes, heladerías y bares. Te lo digo por experiencia: probar un buen arroz con vistas al mar aquí es una de esas cosas que tienes que hacer sí o sí en Alicante.
Si el bullicio de San Juan o el Postiguet no es lo tuyo, la Albufereta es tu refugio. Es una playa más recogida, más de barrio, y mucho más tranquila. Por sus aguas calmadas, yo siempre la recomiendo para familias con niños pequeños que quieren cero agobios.
Y tiene un puntito curioso: pegado a la playa están los yacimientos arqueológicos del Tossal de Manises, la antigua ciudad romana de Lucentum. ¿A quién no le apetece combinar un día de playa con un viaje en el tiempo?
Esta playa es la prueba de que en Alicante pensamos en todos. Si eres de los que no se separa de su perro ni para ir a por el pan, Agua Amarga te va a encantar. Es la playa canina oficial de la ciudad, y está montada de maravilla.
Tiene zonas de sombra, un «pipican» y hasta chiringuitos que, y esto es lo mejor, tienen un menú especial para tu mascota. Sí, has leído bien. Comida y bebida para que tu perro también disfrute del tardeo playero.
Si tienes coche y un poco de espíritu aventurero, prepárate, porque la provincia esconde algunos arenales que son una auténtica maravilla y que merecen una pequeña excursión.
A medio camino entre Alicante y Santa Pola, la Playa del Carabassí es otro nivel. El paisaje te vuela la cabeza: un sistema de dunas altísimas, un pinar que huele a Mediterráneo y una arena dorada que parece no tener fin. Mantiene un aire salvaje que engancha.
Es el sitio perfecto si quieres huir de la gente y sentirte en un paraje natural. Tiene una zona nudista muy amplia y tranquila, y sus aguas son tan limpias que invitan a hacer snorkel sin parar. Y de regalo, unas vistazas a la bahía de Alicante y a la Isla de Tabarca.
¿Te imaginas nadar rodeado de cientos de peces en la primera reserva marina de España? Pues eso es Tabarca. Es la única isla habitada de la Comunidad Valenciana y una excursión que tienes que hacer. Los barcos salen desde Alicante y Santa Pola y el viaje ya es una gozada.
Al llegar, te encontrarás un pueblito amurallado que es una monada. Su playa principal es de arena y cantos rodados, con un agua increíblemente transparente. Es un lugar perfecto para pasar el día entero y sentir que estás en otro mundo. Y para rematar, no te puedes ir sin probar el caldero tabarquino. ¡Espectacular!
Si eres más de explorar rincones rocosos, aguas turquesas y paisajes más íntimos, entonces lo tuyo son las calas. La Costa Blanca está repleta de pequeñas joyas escondidas entre acantilados, perfectas para hacer snorkel y sentirte un auténtico aventurero.
Desde las Calas del Cabo de la Huerta, que puedes descubrir sin salir de Alicante, hasta paraísos como la Cala Granadella o la Cala del Portitxol en Jávea, hay todo un mundo de aguas cristalinas esperándote.
Si quieres descubrir estos paraísos escondidos, no te pierdas nuestra Guía Completa de las Mejores Calas de Alicante.
Para mí, la Playa de San Juan y la Albufereta son las mejores. Tienen arena fina para hacer castillos, el agua es tranquila y cubre poco, y tienes todos los servicios, desde parques infantiles hasta socorristas.
¡Claro que sí! La más famosa es una zona muy amplia de la Playa del Carabassí, en Elche. También tienes la Cala Racó del Conill en Villajoyosa, que es una cala preciosa.
A las de Alicante ciudad (Postiguet, San Juan, etc.) llegas súper fácil en bus o TRAM. Para playas como la del Carabassí, aunque hay autobuses, el coche te da mucha más libertad.
Sin ninguna duda, la Playa de San Juan. Con sus casi 7 kilómetros de longitud, es un arenal inmenso donde siempre encontrarás un buen sitio para poner la toalla.
Como has visto, Alicante es una puerta a un litoral lleno de contrastes, donde cada día puedes descubrir una playa nueva. Desde la comodidad de las playas urbanas hasta la aventura de los arenales más vírgenes, la Costa Blanca tiene un plan para ti.
¿Te has quedado con ganas de más? Explora nuestras guías de pueblos con encanto y rutas de senderismo para completar tu viaje por la millor terreta del món.